Síndrome de Sensibilidad Central. VI. Más síntomas

«Cuando permanecer dentro del capullo es más doloroso que eclosionar» S. Sellan.

Los síntomas que voy a redactar en esta entrada, no son únicos de esta patología de síndromes, muchas otras personas pueden tenerlos y no ser una persona burbuja o afectada por el Síndrome de Sensibilidad Central.

*Intolerancia alimentaria o histaminosis alimentaria, sensibilidad, alergia al gluten, lactosa, huevo, frutos secos (estas son las más relevantes en esta patología).

*Sensibilidad a la luz o fotofobia (sensibilidad a la luz natural o eléctrica).

*Fotodermatosis e hipersensibilidad en la piel.

*Insomnio. Bruxismo. Migrañas crónicas.

Como he ido desarrollando en estas últimas entradas con la temática de la S.S.C, podéis haceros una idea de como es la vida de una persona con esta patología y que ya sería bastante con la señaladas, aunque la realidad no es así, y para poder entender más esta patología.

Estos síntomas y signos (que ahora redactare) que puede padecer cualquier persona sin este síndrome, me viene como anillo al dedo para explicarlos desde la Psicosomatica Clinica y Humanista, como los programas inconscientes, la fidelidades familiares, las creencias, los valores, las relaciones tóxicas, el clan proyectando en nosotros todas sus memorias, nuestro embarazo, el de mamá, nuestra infancia, adolescencia, nos hacen sintomatizar en nuestro cuerpo, mente, filosofía, patrones que se han silenciado, reprimido y que generacion tras generacion se van repitiendo, llevando a los individuos a llevar una vida poco ecológica y poco libre.

Intolerancia alimentaria o histaminosis alimentaria, sensibilidad, alergia al gluten, lactosa, huevo, frutos secos (estas son las más relevantes en esta patología).:

Definamos la diferencia entre intolerancia, sensibilidad y alergia alimenticia 1]:

*Intolerancia: no está medida por el sistema inmunológico, el cuadro es simplemente mecánico. Por ejemplo, cuando una persona ingiere lactosa, como las enzimas que están en la mucosa digestiva no son capaces de digerirla, se produce una mala absorción de la lactosa y eso da lugar a una serie de síntomas principalmente digestivos (hinchazón, estreñimiento o diarreas, flatulencias, digestiones pesadas).

*Sensibilidad: es una respuesta inmunológica celular no mediada por anticuerpos, sino que se produce directamente frente al alimento. La activación celular se traduce en la liberación de mediadores inflamatorios como histamina, interleucinas (un conjunto de proteínas que son sintetizadas y expresadas por los leucocitos) que provocan una inflamación crónica de bajo grado y que puede afectar a distintos órganos y sistemas, por eso pueden aparecer síntomas muy diversos (migrañas, dolores musculares, cansancio exagerado, del termostato, de la piel, etcétera, aparte de los síntomas digestivos, ya que se trata de una enfermedad sistémica.

*Alérgica: es una reacción adversa alimentaria mediada por el sistema inmunológico donde se producen anticuerpos IgE y al ingerir el alimento se produce respuesta inmunológica con liberación de histamina y de medidores inflamatorios que dan lugar a los típicos síntomas de la alergia.

*Pruebas diagnósticas: como los mecanismos son distintos, las pruebas también lo son, en el caso de la alergia se puede hacer un Prick-test o Test de punción y un Prick by prick. También con análisis específicos de medición de IgE especifica frente a distintos alimentos. Para la sensibilidad no se pueden hacer los mismos test que para la alergia, se diagnostica mediante test celulares in vitro en laboratorios especializados, donde se ponen en contacto las células inmunológicas del paciente con los alimentos y así se ve qué alimentos son los que el paciente tiene sensibilidad y activan la liberación de mediadores inflamatorios. En cuanto la intolerancia tiene sus propios test, donde al paciente se le da una sobrecarga de intolerancia que se sospeche y se analiza el hidrógeno expirado, confirmando así el diagnóstico.


[1]Definamos la diferencia entre intolerancia, sensibilidad y alergia alimenticia, fuente de la información http://www.shcmedical.es

Mi historia personal: A los tres meses de mi nacimiento sufro una meningitis (no sé el tipo), empiezo a tener problema con las intolerancias alimenticias, dejé de tolerar la leche materna. Ser hija no deseada, e intuyo que los problemas por los que pasaba mi madre, agravaron esta situación, mi madre había tenido que dejar su pueblo natal. Y venirse a Madrid con mis hermanos mayores, ya que mi padre que trabaja y vivía en Madrid no mandaba dinero al pueblo. Él tenía en la capital otra vida según cuentan, es posible que yo tenga dos hermanos de la relación que mantenía él con otra mujer. Para mi madre fue duro venir a Madrid donde se sentía desvalorizada intelectualmente ya que nunca había salido del pueblo, su corta educación le dificultaba poder moverse por la ciudad y soportar el maltrato de mi padre.

Los primeros meses, mi madre tuvo que convivir con mis hermanos en la misma casa donde se alojaba mi padre y la mujer con la que él compartía su vida, quedándose embarazada de mí. Salieron de vivir en un piso para vivir en una chabola en un barrio marginal. Según me contó mi madre fue muy duro, estaba asqueada y además teniendo un embarazo horrible, no diferente a los anteriores, aunque sí sola en una gran ciudad donde nunca se adaptó a vivir.

Como ya he escrito antes yo vivía protegida de los abusos y maltratos de mi padre, por lo que mi consciente pensaba que mi padre era fuerte y cariñoso, a la vez que ausente. Yo sentía que él me adoraba, y con una madre que respiraba su mala suerte en la vida, amargada y asqueada de vivir fuera de su pueblo, de los suyos, y sobre todo por no estar cerca de su padre del cual estaba enamorada y con quien mantuvo relaciones sexuales, de esto me enteré mucho más tarde.

Siempre me sentí una niña triste, sola, sin ganas de vivir, enferma. Mi madre me daba de comer, hasta creo recordar los 8 años, en vano, ya que yo rechazaba todo tipo de alimentos. Estuve anoréxica hasta que me vino la menstruación y toda esta complicación alimentaria se acabó. A los 13 años empecé a comer de todo, coincidiendo con el accidente de mi hermana, y dónde dejé de ser la niña enferma, débil, a ser la mamá de la casa.

Tenía que ser fuerte ya que mamá cada día estaba más depresiva y, además, viendo la cara real de papá. Mis dos hermanos mayores eran adultos, hacían su vida y tenían su propia familia. Pasé de ser una niña sobreprotegida a una mujer protectora, y así comencé a ejercer mi función arquetípica de hija bastón, descubierto en el PSG/C de mi madre trabajado en seminario de Psicosomática Clínica.

Nunca pude tomar leche (ahora mismo sí puedo, aunque sigo sin preferirla), y cuando a los 40 años dejé de cuidar de mi madre e ingresarla en una residencia, así como de cuidar a mis hermanos (mi hermano con alcoholismo, la paraplejia de mi hermana…) esta intolerancia se volvió más intensa; no solo a la leche sino también al gluten*, la ternera, el pescado blanco, a casi todo alimento menos a la fruta y el arroz. Fue entonces cuando desarrollé la SSC, como he dicho antes creo que era una forma de castigo inconsciente que yo me impuse por no poder llevar a cabo mi función arquetípica de niña bastón y dejar a mi madre en una residencia de la tercera edad.

* Aquí quiero hacer un inciso que últimamente he observado con esta intolerancia. Autores como Corbera nos dicen que esta intolerancia se debe a temas con el padre y todo lo relacionado con el arquetipo función paterna, autoridad, Estado, o como Salomón que nos señala con el tema de la celebración en familia. Yo desarrollé esta intolerancia cuando ingresé a mi madre en la residencia, si hablamos del gluten tenemos que decir que es la proteína de la harina, el azúcar, la dulzura, por lo que yo veo una conexión con perder el amor de mi madre.

En Psicosomática, “Si mamá habla francés, el bebé habla francés”, mi madre hablaba abandono, asco, maltrato, inseguridad… Yo hablaba lo mismo.

Su leche, su alimento, era tóxico para mí, lo rechazaba, como yo soy doble de mi padre tanto físicamente como por fecha, el inconsciente de mi madre me rechazaba.

La anorexia (esto es algo que he observado en mis clientes y en mí misma) es algo común en esta patología de SSC, podríamos decir que se manifiesta en un 99% de los casos por no decir en un 100%. Se trata de hijas no deseadas (hablo en femenino ya que el porcentaje de mujeres es más de un 80%).

Me parece claro que la situación emocional que vive una madre meses antes, durante y después de la gestación hacen que el bebé desarrolle unos síntomas de trastorno alimentario como la anorexia, la bulimia e intolerancia alimenticia, ya que, para el bebé, la madre es su alimento emocional y ella no está equilibrada para poder ofrecérselo de una forma holística, ya que el alimento real como sabemos en Psicosomática es el alimento emocional que recibe el niño.

En mi caso, como he relatado más arriba, las condiciones cuando mi madre se quedó embarazada de mí, e incluso meses antes, donde tuvo que dejar su pueblo natal para venir a vivir a Madrid, separada de sus familiares, a unas condiciones mucho peores de vida, a compartir casa con la mujer que convivía con mi padre, luego a la chabola en una zona marginal, su falta de estudios para desenvolverse en esta ciudad, el maltrato físico y psicológico sufrido por mi padre, todo ello tiene que ver mucho con mi meningitis, ya que como decimos en Psicosomática los niños no pueden enfermar por sí solos y están conectados emocionalmente con el estado de mamá. Al tener ella una desvalorización intelectual yo desarrollo una meningitis grave.

Si unimos todo esto y el hecho de no ser una hija deseada, esto es algo que siempre mi madre reflejó cuando dijo: “A los 40 años no tengo ningunas ganas de volver a ser madre”.

Está claro que mi rechazo al alimento real como al simbólico tiene cierta lógica:

Yo mamaba toda la toxicidad emocional de mamá, su alimento no me servía, la teta era veneno para mí, hasta los 13 años que ya corté ese lazo emocional con mamá. Mi rechazo a la comida era obvio.

En la primera Biodescodificación estas intolerancias desaparecieron del todo, cuando realicé un psicodrama con el clan. Durante los cuatro años siguientes mi sanación ha ido viento en popa gracias a los talleres formativos del Máster en Psicosomática Clínica impartidos por Salomón Sellan y Jaume Vall, donde hacemos mucha terapia con prácticas. Siempre también agradecida a mis compañeros de seminarios, con quienes he podido tomar conciencia y trascender para así conseguir tener una vida normal al 95%. Gracias.

Sensibilidad a la luz o fotofobia (sensibilidad a la luz natural o eléctrica).

Es una molestia ocular en mayor o menor grado de intensidad en presencia de la luz brillante, no debemos confundirla con una enfermedad ya que es un síntoma. Las personas con ojos claros y albinos son más sensibles a la luz debido al déficit de pigmentación en el iris, ya que dejan pasar más luz. De igual manera pasa cuando tenemos un traumatismo o hemos tenido una intervención quirúrgica en los ojos, también nos volvemos más sensibles a la luz, aunque esto es normal y transitorio. Se caracteriza por dolor, irritación, sequedad ocular, pérdida de visión que va bajando su intensidad en poco tiempo hasta que desaparece.

En cambio, la fotofobia en la SSC es un síntoma que nos acompaña a diario, como he dicho arriba a cada uno en su grado, se puede llegar como he visto en alguna de mis consultantes a llevar los ojos totalmente protegidos con algodones, vendados y gafas de sol que no dejen pasar nada la luz, incapacitando así su vida.

Los síntomas: irritabilidad, migrañas y/o cefaleas continuas, mareo, incluso desmayo cuando entra luz (solar, bombilla, tv, incluso reflejo…), dolor en los ojos, irritación, sequedad ocular, tensión ocular, glaucoma…

Aquí podemos decir que tenemos más de lo mismo, con lo expuesto sobre el síndrome de EHS: conflictos con el padre, con la figura paterna, el poder, el sol, la electricidad…

Psicosomática: Aunque yo no asocio que este síntoma esté causado por un transgeneracional, PSC/G o la niñez, sino más bien con un conflicto en el momento actual o funcional, es decir con los que estás viviendo ahora en el presente:

“No me gusta la vida que llevo, sigo con la pareja que no quiero, nuestras parejas son dobles de nuestro padre, maltratadores pasivos o activos, incestos inconscientes, no quiero que vean mi sufrimiento, podría ser también uno de los resentires[1] de este síntoma…”.

Cuando estás tan sensible o como se dice en España: “a perro flaco todo son pulgas”, este es otro síntoma más provocado por un nivel de estrés altísimo, insomnio, estar encerrado en casa por la patología, aislamiento social, ya que en muchos casos solo puedes comunicarte con tu maltratador, que es tu cuidador, al que no quieres ver más. Este doble apremio causa en muchos casos esta intolerancia a la luz como también tensión alta en los ojos, a veces llegando casi al glaucoma.

La fotosensibilidad me desapareció en la primera Biodescodificación, aunque siguen quedando síntomas de vista cansada, alguna subida de tensión ocular, ojos cansados cuando tengo algún conflicto o repito alguna conducta y salta la alarma de estar en incoherencia y no me gusta lo que estoy viviendo. Cuando tomo conciencia de conflicto, mi vista se relaja y el síntoma desaparece.


[1]Manifestación somática de la emoción.

Fotodermatosis e hipersensibilidad en la piel.

Como todos sabemos el sol es necesario para la vida, aunque si nos exponemos en exceso como últimamente informa la medicina ortodoxa, puede ser nocivo para nuestra salud. Una exposición aguda nos puede causar quemaduras, y si es crónica podría incluso ocasionar cáncer en la piel.

La radiación lumínica constituye una porción del espectro de radiaciones electromagnéticas que comprenden desde la radiación ultravioleta hasta la luz visible, y que se caracteriza por ser capaces de producir reacciones fotoquímicas en la piel.

Las fotodermatosis son enfermedades de la piel provocadas o agravadas por las radiaciones electromagnéticas emitidas por el sol o por fuentes artificiales como cabinas de bronceado.

Dentro de ellas, se incluyen las idiopáticas (de origen desconocido), y las exógenas, que son inducidas por la acción sobre la piel de productos químicos (industriales, cosméticos o farmacológicos) que pueden ser activados por el sol[1].

En mi historia personal pude observar que, aunque siempre he tenido la piel muy blanca y me quemaba cuando me exponía al sol durante mucho tiempo, las quemaduras eran intensas, aunque se me curaban sin problema cogiendo un tono de color muy suave. Esto fue cambiando a medida que fui creciendo. A partir de los 22 años, fecha que coincide con mi boda, tomaba el sol y este ni me afectaba. Me frustraba ya que mi piel se enrojecía, y al pasar un par de horas se me quitaba como si repeliera el sol. Cuando empecé con la patología a los 40 años más o menos, incluso unos años antes, tomar el sol, aunque fuera unos minutos, me parecía insoportable, aunque no me quemaba me molestaba muchísimo. Los años que estuve en mi burbuja solía tomar el sol poco tiempo, y observaba cómo me salían manchas en la piel en la zona del pecho, manos y en la espalda, que todavía conservo. Algo que también observé fue como me salían manchas de psoriasis en cabeza, brazos, pechos, que se iban y venían ellas solas.

La piel se me volvió más sensible, en contacto con el sol me producía prurito, irritación, manchas, granitos, piel hinchada… y en contacto con productos químicos me ocasionaba prurito y granitos, hasta que deje de usarlos a causa de la SQM.

Los productos químicos que usaba eran suavizante para la ropa, cremas, desodorante, champú, geles, colonias… El bicarbonato se volvió mi aliado para mi higiene personal, de la ropa y de la casa, junto al vinagre de manzana.

Las personas que conocí con mi patología tenían este síntoma con los mismos signos, estaban igual que yo, como siempre cada una en su grado.

Había personas que les era imposible tomar el sol y otras en cambio, aunque fuera por poco tiempo, lo íbamos tolerando.

Aunque redujera el tiempo en tomar el sol e incluso había meses que no lo tomaba nada, los problemas en mi piel seguían y avanzaban. El sol no es solamente el causante del problema, es la hipersensibilidad la causante, como explico en el punto de más abajo de Psicosomática, la que hace que las personas afectadas de SSC manifiesten estos síntomas.

He de añadir que en numerología base 9 mi número es un 6 más concretamente un 33/6, mi órgano sensible es la piel, es algo que noto cuando me estreso y estoy en incoherencia, mi piel es más vulnerable y más sensible, aunque desde que descodifiqué noto que esto ha bajado ya muchísimo.

En Psicosomática,la piel, las palabras claves son Separación y Protección, real o simbólica, me refiero a que hablamos del alimento psicoafectivo. El niño además de necesitar el alimento real (leche), necesita el contacto piel con piel con su madre o función materna. La piel es el recubrimiento de todo el cuerpo, al que se le denomina epidermis. Su palabra clave es Contacto = existencia, la ruptura del contacto ya sea porque quiero que me toques o en estado de inversión[2] (este es mi caso) no me toques; nos habla de la relación con los individuos, con mis congéneres, con los miembros de mi especie, correspondiendo al nivel 4 de biológico: la individuación. En la MTC[3] el elemento es el metal, nos habla también de separación, de duelos bloqueados, de secreto, de abandono.

La dermis corresponde al 2º nivel biológico: la protección individual. Es el escudo biológico, su palabra clave es Suciedad, nos habla de castraciones, mancillamiento, arrancar, arrebatar. El niño crece con el alimento emocional y el psicoafectivo que le proporciona tranquilidad, seguridad, protección. La carencia de esto va a hacer que el niño crezca con una importante falta de seguridad, de inexistencia, abandono, separación y el sentimiento de no pertenecer, donde podemos ver también el Síndrome del Cordero[4].

En la MTC el elemento es tierra/madre, la dermis = tejido de sostén = “la tierra que te sostiene”, nos habla del peligro en el hogar, de mi espacio en el hogar, comida afectiva…

Como hemos podido ir viendo en los puntos anteriores la SSC nos habla de todo esto, donde las personas afectadas cumplen todos y cada uno de estos estadíos, más si contamos con el Síndrome del Gemelo Aislado (del que hablaré más detalladamente) es donde nos encontramos el primer duelo bloqueado, la pérdida del hermanito o hermanitos durante el embarazo, lo que hace una sopa perfecta para todo este tipo de síntomas.

Una frase que para mí fue de gran importancia y con la que resoné muchísimo, dándome mucha tranquilidad y paz mental, la dijo Salomón Sellam en el seminario de MTC de enero del 2020: “Gracias a mis padres biológicos estoy viva, mis padres psicológicos es otra cosa”.


[1]Fotodermatosis: https://www.quironsalud.es/blogs/es/piel

[2]Inversión psicológica, “todo lo que bueno para los demás es malo para mi”

[3]MTC: Medicina Tradicional China

[4]Síndrome del Cordero, https://psicosomaticaparasanar.com/2022/03/02/sindrome-sensibilidad-central-iv-sindrome-de-fatiga-cronica-sfc-diagnostico-y-terapeutica-desde-la-psicosomatica-clinica-y-humanista/

Insomnio. Bruxismo. Migrañas crónicas.

  • Estos tres síntomas también son comunes en el SSC, tanto en mi experiencia como en la de las personas que he conocido y clientes que he acompañado con esta patología.

¿Qué es el Insomnio[1]? Es un trastorno del sueño. Las personas que lo sufren tienen dificultad para quedarse dormidas, para continuar durmiendo o ambas cosas a la vez. A consecuencia de esto, duermen muy poco o muy mal. Es posible que al despertar se sientan cansadas, aunque suelen tender a tener un carácter irritable, falta de energía, angustia, falta de concentración en tareas, prestar atención, recordar cosas, y esto les puede impedir un óptimo rendimiento en el trabajo, en los estudios e incluso en la vida diaria de la persona que lo sufre.

El insomnio puede ser agudo (primario, de corta duración) o crónico (secundario, que se prolonga en el tiempo), éste suele ser el más habitual en la SSC. El insomnio agudo es común y a menudo se desencadena en situaciones de estrés, por motivos laborales, presiones familiares o situaciones traumáticas, con una duración de unos días o semanas, remitiendo cuando el conflicto está solucionado.

El insomnio crónico o secundario dura más de un mes en el mejor de los casos, pudiéndose alargar años. Me centro en éste ya que es el habitual en esta patología debido a causas secundarias o efecto de algún otro problema. También puede ocasionarse por algún tipo de medicación u otras sustancias (cafeína, tabaco, alcohol, o medicinas como la teofilina para el asma, betabloqueantes, antihistamínicos) y trastornos propios del sueño.

A menudo este síntoma corresponde a un trastorno emocional o neurológico como puede ser la depresión, la ansiedad y el trastorno por estrés postraumático.

Las enfermedades como el párkinson y el alzhéimer pueden causar insomnio, así como también el dolor crónico y constante como la artritis, asma e insuficiencia cardiaca, tiroides demasiado activo, accidentes cerebrovasculares, bruxismo, trastornos del sueño como el síndrome de piernas inquietas, la menopausia y los sofocos.

En mi historia personal pude observar como mi cuadro de insomnio empezó con la rotura de mis apófisis vertebrales laterales desde la L5 hasta la S-1 en el año 2004. Esto me provocaba un dolor constante, sumándole la inervación del nervio ciático en ambos lados desde las lumbares hasta los pies, era insoportable, aunque tomaba mucha medicación.

Me intervinieron dos veces para realizarme una rizólisis de los nervios ciáticos, la cosa mejoró poco. Dormía como mucho 2 horas seguidas. También empezó el síndrome de piernas inquietas, mis piernas y pies no paraban de moverse en la cama. Emocionalmente vivía un estado de ansiedad y angustia altísimo, puesto que esta lesión provocó que me incapacitaran para mi puesto de trabajo como auxiliar de Enfermería (especializada en gerontología) y para los trabajos que había realizado antes, ya que todos suponían coger mucho peso. Aunque el tema laboral se solucionó bastante bien y en 2007 me liberaron en el sindicato CC.OO. para llevar el sector que yo tanto conocía como es el de residencias de mayores y centros de discapacitados físicos/psíquicos privados de la provincia.

Aun así, el problema del insomnio lejos de remitir crecía y crecía. Los médicos lo achacaban a esa lesión, que fue diagnosticada como artrosis facetaria crónica. Yo lo achacaba a mis obligaciones con mi hermana parapléjica a quien le hacía las transferencias, a mis trabajos de sobrepeso que manipulaba, al cansancio que acumulaba por tener que cuidar a mis padres y hermanos mayores, al exceso de trabajo y a otras responsabilidades que tenía.

Por aquella época también rondaba por mi cabeza, de una forma más consciente la idea de separarme del que ahora es mi exmarido y padre de mi hijo, una persona ausente que iba razonablemente a lo suyo. Aunque siempre estaba en casa, pocas veces se podía decir que estuviera presente. Nuestra vida era monótona: casa, pueblo, trabajo y poco más, algo que me hacía tener ganas de salir corriendo, conocer a otros hombres y mantener relaciones sexuales, esto último fue más bien lo que provocó la ruptura de mis lumbares, ya que si hablamos desde la psicosomática estas vértebras nos señalan sexo, (desvalorización y culpabilidad en ello).

Ahora pienso que todo esto provocaba mi insomnio, una vida que no quería vivir, las ganas de salir corriendo, la ansiedad de no poder tomar una decisión, ya que como hija bastón hacía lo que los proyectos de mamá y de papá dictaban.

Vivía una situación económica que por más que trabajara no había manera de que los ingresos subieran o me dieran una tranquilidad, el inconsciente me gritaba, aunque yo no entendía lo que me decía, o no quería entender por qué tenía que cumplir con los proyectos sentido y con las fidelidades familiares.

En Psicosomática,como ya he señalado en el último párrafo y visto en los acompañamientos que he realizado a personas con SSC, fibromialgia, esta situación mía es de lo más común, casi me atrevería a señalar en un 99,99%. Las mujeres con síntomas que normalmente no están a gusto en sus vidas laborales, familiares y de pareja, tienen ganas de salir corriendo, con un estrés altísimo por su incoherencia en la vida que llevan: sujetas como robotitos a sus PS, a su transgeneracional, como mujeres infravaloradas que se faltan el respeto y permiten que los demás se lo falten, fieles a sus fidelidades familiares, conviviendo con su verdugo pasivo o activo, que por regla general está en incesto simbólico ya que suelen ser dobles en el árbol de papá, acompañado de un complejo de Electra o Edipo acusado.

Quiero señalar que las personas afectadas en SSC, por regla general, tienen asociados bastantes problemas osteoarticulares en zonas muy significativas como son: las vértebras lumbares, cervicales, hombros, talones, rodillas…

Un buen día despierta la alarma y, aunque muchas veces son conscientes de ello, siguen con esta vida que les quita el sueño. También tenemos que incluir a las personas afectadas de SSC, como dije al principio son más mujeres que hombres, han abusado de ellas sexualmente y/o de otra manera en su primera infancia, infancia y/o adolescencia, donde su SPP (Sistema Psíquico de Protección) o guardián del inconsciente ha inhibido estos recuerdos para poder sobrevivir y no volverse locas o morirse directamente. Cuando esta alarma física detona, como terapeutas tenemos que trabajar a través de hipnosis, regresiones, ciclos de vida, etcétera, aunque a veces estos recuerdos salen por sí mismos, permitiendo así a la persona tomar conciencia de ello, darle luz y poder sanarlo, volviendo a retomar su dormir y así su descanso, recuperando poco a poco su salud. Como ha sido en mi caso y en el de mis consultantes.

¿Qué es el Bruxismo? Es un trastorno que a veces pasa desapercibido, puede suceder de día, aunque lo más común es que éste se manifieste por la noche. La persona aprieta y/o rechina sus dientes de una forma inconsciente, pudiéndose ocasionar bloqueos mandibulares, dolor de cabeza, insomnio, desgaste en las piezas dentales, también dolor de oído debido a la estructura de la articulación temporomandibular tan cercana al conducto auditivo, trastorno alimentario, sensibilidad a las cosas frías y/o calientes.

Existe desacuerdo actualmente sobre la causa del bruxismo. La medicina convencional nos señala el estrés, la incapacidad de relajarse, la dieta, los hábitos de dormir, la ansiedad, etcétera, como los causantes de este trastorno. Algunas personas que aprietan o rechinan sus dientes nunca han manifestado estos síntomas.

En mi historia personal el bruxismo empezó en la época del insomnio, por lo que, para no repetir lo anterior, me ceñiré a señalar que el estrés que tenía por no permitirme hacer mi vida desencadenó este síntoma.

Cuando empecé con mis sesiones de Biodescodificación, PNL, relajación y Psicosomática Clínica, etcétera, comprendí que este estrés estaba justificado. Todo lo que se había despertado consciente e inconscientemente en mí, era la causa de este síntoma. El miedo a tomar decisiones, a expresarme, los llantos reprimidos con mucha ira, todo lo que callaba, lo que quería sujetar, y ese miedo a perder. Hoy día me pregunto ¿miedo a perder qué…? Ese miedo en ese momento era justificado, era una persona distinta de la que soy ahora mismo, y no puedo verlo de la misma manera. Ahora he soltado, me he divorciado, he dejado que mi hijo sea adulto, he dejado mi casa, mi familia de sangre, la política, ahora pido lo que quiero, he dejado de preocuparme por los demás y me ocupo de mí, he dado la vuelta al calcetín, he limpiado todo lo que en mi vida restaba. Todo esto ha hecho bajar mi estrés, y el bruxismo ha desaparecido, aunque como dije antes, la otra María no podía hacer esto, ella estaba llena de debós, tengos y obligaciones que su programación tenía que realizar, y era su forma de poder sobrevivir.

En Psicosomática la palabra clave es “soltar o perder el bocado”, es decir, el miedo que nos produce no ser queridos, a perder la familia, el cariño, a que te consideren egoísta, mala persona… Como sabemos crecemos bajo unas creencias, unos dogmas, una educación judeocristiana… que nos van metiendo en un paradigma bastante insano, donde el doble y triple apremio no nos permiten ser nosotros mismos, hacemos cosas, aunque no queramos hacerlas; sólo para ser aceptados para no ser expulsados del clan, donde se nos ha dicho que sufrir es lo mejor para llegar al cielo. También nos llevan a realizar cosas en nuestra vida que nos enferman, a mantener relaciones tóxicas como “hasta que la muerte nos separe”. A veces nos consideramos ateos, aunque estas creencias están en el inconsciente colectivo y las seguimos repitiendo.

El bruxismo es esto: el miedo a perder el bocado, el alimento —ya sabemos que este puede ser real o simbólico—, a dejar de existir —miedo a morir— puesto que llevamos la creencia de que si salimos del clan lo que nos espera es la muerte. Esto va haciendo que nuestro estrés aumente, estos signos y síntomas aparecen en nuestra vida para decirnos que algo estamos haciendo incorrectamente, que tenemos que cambiar nuestra vida, tomar las riendas, dejar de ser niños y convertirnos en adultos responsables de nuestra vida y tomar nuestras propias decisiones.

Esto es lo que la Psicosomática nos propone, y gracias a la terapéutica —sanando duelos, observando los dobles en el árbol genealógico, psicodrama, hipnosis— que nos ofrece podemos ver, aceptar y soltar estos programas y de esta manera sanar este y los demás síntomas, sanar nuestro cuerpo y mente.

¿Qué son las Migrañas crónicas[2]?: Son dolores de cabeza que pueden ocurrir con síntomas de náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz o al sonido. Normalmente se siente un dolor pulsátil solo en un lado de la cabeza. Su causa puede ser multifactorial, aunque la cadena exacta de hechos sigue sin ser clara. La mayoría de los expertos médicos cree que el ataque comienza en el cerebro e involucra vías nerviosas y químicos.

Las migrañas tienen tendencia a aparecer primero entre los 10 y los 45 años más o menos, pueden ser hereditarias y se presentan con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, algunas mujeres describen que sufren menos migrañas cuando están embarazadas.

Los ataques de migraña pueden desencadenarse por cualquiera de estas razones:

  • Abstinencia de cafeína.
  • Cambios hormonales durante la menstruación o con el uso de píldoras anticonceptivas.
  • Insomnio.
  • Ingesta de alcohol.
  • Ejercicio o estrés físico.
  • Malos hábitos de alimentación.
  • Olores y perfumes.
  • Fumar o exposición al humo.
  • Estrés y ansiedad.

Algunos alimentos pueden desencadenarlas como, por ejemplo:

  • Chocolate.
  • Productos lácteos.
  • Productos con glutamato monosódico (GMS).
  • Alimentos que contengan tiramina (vino rojo, queso curado, pescado ahumado, hígado de pollo, los higos, algunas legumbres).
  • Fruta (aguacate, banano, frutos cítricos).
  • Carnes que lleven nitratos (como tocino, salchichas, salami, carnes curadas).
  • Cebolla, maní o cacahuete, nueces y semillas.
  • Alimentos procesados, fermentados, adobados o marinados.

Las migrañas no son el resultado de un tumor cerebral ni otro problema serio de salud. Solo un médico especialista puede determinar si los síntomas se deben a alguna otra afección.

Síntomas: hay dos tipos de migrañas que podemos distinguir: la migraña en racimo con aura, o migraña clásica, y la migraña común.

Migraña en racimo o con aura: el racimo o aura es un grupo de síntomas del sistema nervioso (neurológicos), son signos de advertencia de que una migraña está por venir. Casi siempre, afecta la visión y puede incluir los siguientes aspectos:

  • Un punto de ceguera temporal o manchas de color.
  • Visión borrosa.
  • Dolor ocular.
  • Ver estrellas o líneas en zigzag o luces destellantes.
  • Visión túnel.
  • Bostezos, dificultad de concentración, náuseas, problemas para encontrar las palabras adecuadas, mareos, debilidad, entumecimiento y hormigueo.

Un áurea puede presentarse 10 o 15 minutos antes del dolor, incluso 24 horas antes, aunque no siempre es antecedente del dolor de cabeza. Los dolores de cabeza comienzan normalmente con un dolor sordo y empeoran en cuestión de minutos a horas, se sienten palpitaciones o latidos con violencia; son más fuertes en un lado de la cabeza, con dolor por detrás del ojo y/o en la parte posterior de la cabeza, cuello y mandíbula. Su duración es de 4 a 72 horas. Después de que la migraña haya desaparecido puede persistir algún síntoma denominándolo resaca migrañosa.

En mi historia personal no sabía lo que era un dolor de cabeza hasta que empecé a desarrollar la patología a los 37 años. Los médicos me decían que era por la fibromialgia, el insomnio, el estrés… Cuando brotaron la SQM y la EHS, ya era casi a diario, yo no tenía ni idea, solo sabía que cuando mi ojo derecho empezaba a dolerme mi visión se volvía borrosa, y mi mandíbula parecía que me iba a estallar. Ya sabía que tendría que estar en la cama por lo menos 48 horas a oscuras, en silencio y con mareos. Aún seguía trabajando y ocupándome de los demás, desvalorizándome muchísimo ya que me costaba lidiar con el trabajo, la casa, la política, el cuidado familiar propio y paternos. Cuando en julio de 2011 cogí mi última baja laboral pensé que las migrañas irían remitiendo, y cuando en 2012 me concedieron la incapacidad absoluta guardaba la esperanza de que esto desaparecería totalmente. Ilusa de mí, esto fue creciendo cada vez más: eran dolores continuos con más intensidad. Me hicieron un escáner cerebral para descartar alguna patología; nada apareció todo estaba bien. Mis problemas cognitivos, mi migraña y todos los demás síntomas decían —el neurólogo, el traumatólogo, el reumatólogo, el internista— que se debían a que mi sistema nervioso estaba tan alterado, con tantísimo estrés que era lo más normal. Que no luchara más y que intentara vivir una vida tranquila. Me sugirieron que, estando confinada en la casa del pueblo sin tener relación con nadie, sin químicos y con menor radiación electromagnética todo se relajaría, aunque esto no fue así, esto seguía. Reconozco que a veces con menor intensidad, aunque la migraña ya formaba parte de mi vida a diario.

Con la primera Biodescodificación esto mejoró muchísimo, casi llegando a desaparecer, aunque no del todo. Luego fui dándome cuenta de mi diálogo interior, la culpa que sentía de cómo había llegado a estar tan enferma. Me culpabilizaba de no haber podido estar cuando mi madre murió, de que mi hijo hubiera estado solo, aunque ya era adulto, de dejar de atender a mi hermana parapléjica, de no haber tenido tiempo de hacer el duelo de mi padre, de seguir con la pareja por culpa, por agradecimiento de haber estado casi 5 años de burbuja conmigo, seguía manteniendo la relación e incluso luchando para que funcionase.

En los cursos de PNL, consultas con mi terapeuta Elena Planelles (lecturas Registros Akashicos, consultas de Bioneuroemoción), la Psicosomática Clínica, fui trabajando todo esto, duelos bloqueados, PSC/G, ciclos biológicos, osteoarticular, MTC, desórdenes amorosos, el estudio del árbol, talleres terapéuticos, etcétera.

Descubrir que soy una gemela aislada (venía con una hermanita, Mar, y un hermanito, Luis, en la barriga de mamá), ha sido lo más duro de aceptar, ya que siento que ha sido el talón de Aquiles de mi vida y mi patología.

La meditación, el reiki e incluso la maestría en Registros Akashicos me han ayudado notablemente a tomar conciencia de mis incoherencias: de pensar una cosa y hacer otra, de no hacer mi vida. Ahora casi cinco años después puedo decir que las migrañas casi han desaparecido, a veces vuelven con mucha menor intensidad y se van solas en cuanto tomo conciencia y acepto que la vida es como es y no como yo quiero que sea. Dejo que los demás sean como quieran, me he vuelto bastante asertiva y he soltado la empatitis, he logrado desarrollar un gran amor propio y me da igual si alguien me dice que soy egoísta.

En Psicosomática,al hablar de la migraña tenemos que ir a un conflicto o situación muy precisa y repetitiva, el meridiano en juego es VB esto nos habla de la injusticia/ ira / rabia contenida…

El punto donde empieza el dolor, que el cliente sabrá muy bien como señalarnos, nos dará una pista más que notable de en dónde está el conflicto que les preocupa.

La frente: nos habla de la confrontación que es el problema real de este síntoma, la imposibilidad de confrontar los conflictos, de poner límites, de comunicar en lo que no están de acuerdo y seguir haciéndolo, las palabras claves “hubiera querido, necesito trabajar con mi cerebro para encontrar una solución, no encuentro la solución, no tengo la fuerza intelectual para resolver…”.

Los ojos: dependiendo de la lateralidad nos habla de cosas distintas. Si es el ojo derecho nos habla de lo que desean ver o no ver, si es el ojo izquierdo nos habla de lo que estamos viendo.

Los oídos: aplicamos lo mismo que con los ojos, solo con qué deseo escuchar (derecho), o lo que estoy escuchando (izquierdo).

Las personas afectadas con este síntoma son personas que viven constantemente preocupadas de una forma inconsciente (doble/triple apremio), suelen ser personas que trabajan muchísimo, se ocupan de los demás, no se sienten suficientes, tienen miedo a no estar a la altura de sus responsabilidades, son controladoras: pretenden que todo sea como ellos quieren que sea, esto es agotador, ya que no dejan a los demás hacer y viven constantemente en la queja: “si no fuera por mí las cosas no estarían hechas”, “con lo que yo hago por los demás y así me lo pagan”, por lo que viven con injusticia, ya que ellos se hacen cargo de todo y al no poder abarcarlo se frustran, viviendo como mártires de su vida.

Su tendencia a guardar silencio para ser aceptados y queridos les frustra, acabando con una carga excesiva.

En la SSC esta forma de vivir es una constante por lo redactado anteriormente, puede ser visto con facilidad.

También encontramos migrañas crónicas de fin de semana o en vacaciones, donde el conflicto de estos afectados nos dice que son personas que no se permiten disfrutar, desconectar de sus tareas y vivir su vida. Palabras claves: disfrutar, vivir tu vida, asertividad[3], soltar el control.


[1]Fuente: National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI) https://www.nhbi.nih,gov

[2]MedlinePlus enciclopedia médica. https//medineplus.gov

[3]Asertividad es la habilidad de expresar nuestros deseos de una forma amable, franca, abierta, directa y adecuada, diciendo a los demás lo queremos sin atentar contra ellos.

Si sientes que te puedo acompañar contacta conmigo:

psicosomaticaparasanar@gmail.com

Instagram: @psicosomaticaparasanar1969

+34693753847

Recuerda el poder esta dentro de ti.

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